CAPACITACION HUMANA (DOCENTE, FAMILIAR, EMPRESARIAL Y COMUNIDAD EN GENERAL)
  BRAULIO Y TERESA
 
 

 

BRAULIO Y TERESA
 
(Él, un hombre maduro, tal vez unos 45 años; ella una jovencita de 18)
 
Braulio :            (mirando el reloj) Se está demorando mucho!
Teresa :             (entrando) Hola Braulio!
Braulio :            (abrazándola) Hola mi amor, estabas demorada.
Teresa :             Si, no te imaginas la mentirota que tuve que echar para poder salir; Qué haces?
Braulio :            Sólo pensar en ti!!
Teresa :             Tan lindo.
Braulio :            Desde que te conocí mi vida ha cambiado. Tu imagen se ha impreso en lo más profundo de mi espíritu.
Teresa :             Hablas de manera muy bella, me haces sentir muy bien!
Braulio :            Trabajo con la ilusión de volver a verte y abrazarte, recordando tus besos y tus caricias.
Teresa :             (suspira) Todo eso tan hermoso es verdad?
Braulio :            Claro, siempre estoy recordando aquella noche en el motel, volví a disfrutar de lo que hacía años no saboreaba. Fue el descubrimiento del amor, tus ojos me hicieron olvidar de las amarguras de mi hogar. De pronto comprendí que podía comenzar junto a ti.
Teresa :             Eso es mentira; tu no vas a dejar a tu mujercita!
Braulio :            Mi mujer no me comprende, esta casi siempre malhumorada, todo le parece mal, no sabe otra cosa que pedirme dinero.
Teresa :             Todos los hombres dicen lo mismo de sus esposas.
Braulio :            En cambio contigo, contemplando tu juventud, me siento rejuvenecer, sólo me hablas de amor.
Teresa :             Además tampoco eres capaz de dejar a tus hijos.
Braulio :            Los hijos son una carga intolerante. El mayor tiene 16, solo le gusta el fútbol, las discotecas y las muchachas. Bueno en eso se parece a mí. La segunda tiene 15 y un día de estos nos da una mala noticia, sale con unos tipos... El menor, pues que aprenda por sí mismo, como tuve que aprender yo.
Teresa :             Me parece que eres algo insensible.
Braulio :             Trabajo de sol a sol y cuando vuelvo a casa, todo son que jas y lamentos, pero ahora soy feliz contigo.
 
Teresa :             Aunque hables mal de tu familia, no los dejarías. Verdad?
Braulio :            Tu sabes, tendríamos que guardar las apariencias, mi trabajo exige cierta honorabilidad; si solicito el divorcio, puedo perder el empleo.
Teresa :             Entonces, qué piensas hacer conmigo?
Braulio :            Yo te busco un apartamento donde puedas vivir tranquila y donde yo pueda refugiarme para descansar del trabajo y de los dolores de cabeza de mi hogar. Socialmente tendrá que seguir figurando mi mujer, pero para mí lo importante serás tú.
Teresa :             Sabe qué? Usted no esta ni tibio, tanto caramelo para salirme con esto.
Braulio :            Tranquila mi amor, aparte de nuestros encuentros secretos, de vez en cuando, tendré que hacer algún viaje de “negocios” y tu serás mi dulce azafata que acaricia mi frente cansada. Contemplaremos las puestas de sol, sobre el mar caribe. Qué dices, Tere mi amor?
Teresa :             Sabe que digo, que usted es un viejo verde, que se aprovecho de mi ingenuidad, prometiendo lo que no cumplirá, ahora mismo me marcho y por favor no me vuelva a buscar. Ah..Y si necesita azafata? Llévese a su abuelita para que le acaricie la frente cansada. (sale)
Braulio :             Mírela, pero que delicada. Bueno no importa, ya caerá otra                            (se arregla la corbata y sale).
 
  Hoy habia 2 visitantes (3 clics a subpáginas) ¡Aqui en esta página!  
 
Este sitio web fue creado de forma gratuita con PaginaWebGratis.es. ¿Quieres también tu sitio web propio?
Registrarse gratis